miércoles, 13 de agosto de 2014

el bosque y las hadas II

Will es rápido, muy rápido, tan rápido que me tengo que sujetar muy fuerte a su cintura para no caerme.
-¿adonde vamos?-le pregunto.
- a mi aldea-me contesta- allí podremos encontrar mas información.
no contesto, estoy demasiado concentrada en no caerme como para contestar. el bosque me gusta mucho mas de lo que me esperaba, es perfecto,  hay mucha niebla perfecta, me encanta como todo lo del bosque, derrepente siento que los parpado me pesan, tengo mucho sueño, a lo lejos oigo la voz  de will que grita mi nombre y yo cierro los ojos. 
Cuando abro los ojos estoy tumbada en una camilla a mi lado un rostro borroso, es el de un chico y un poco mas atrás el rostro de una mujer, sus rostros son borrosos y no se diferenciarlos.
-¿donde estoy?¿¡mama!?- estoy asustada, tengo mucho miedo me siento como una niña pequeña que acaba de despertar de una pesadilla y como una niña pequeña  me cubro entera asta el cuello.
-Soy Will,- me habla el chico tranquilamente- y esta es mi aldea, y esta mi habitación.
odios mio, estoy en la habitación de un chico, tumbada en lo que posiblemente sea su cama y no me acuerdo de nada, esto no pinta bien. me levanto rápidamente y me caigo, el chico se acerca para ayudarme, pero yo me levanto y pego un salto hacia atrás chocando con lo posiblemente sea una mesilla de noche.
-¿quien eres? ¿que hago aquí? ¿que me habéis echo?- exijo saber.
-¿no te acuerdas?-me pregunta el chico el sorprendido y yo muevo la cabeza negando.- siéntate no te aremos daño.
yo intento buscar la cama pero todo esta demasiado borroso así que la busco con las manos, el chico me coge de la muñeca y me ayuda a encontrar la cama "no ve" susurra sorprendido.
-si que veo-me defiendo de ningún a taque-pero borroso- añado bajando la cabeza
- eso es por la niebla pronto se te pasara- habla por primera vez la mujer- igual que lo de la memoria-y salio de la habitación.
-descansa, que tenemos mucho que hacer.-me dijo el chico
-¿que tenemos que hacer?-  pregunto acostándome en la camilla, el chico no contesta, sale de la habitación. Ahora estoy sola en la habitación y no puedo ver nada, esta todo borroso así que decido dormirme, mas bien intento dormirme.
-Dalatea, Dalatea, despierta Dalatea.- era el chico, me senté en la camilla.
-ya puedo ver-dije mientras me daba cuenta que lo que estaba a mi lado no era un chico humano, si no un centauro-eres...tu...tu...no...
-la memoria no la as recuperado  ¿verdad?-asentí con la cabeza algo avergonzada- savia que este viaje era una mala idea y mira que te lo dije, pero eso ahora de igual.
-¿y mi madre?-pregunto por ver a alguien que recuerdo-¿y Laila?¿tengo el móvil?
-tu madre y Laila están muy lejos de aquí y el móvil me temo que no se lo que es-dice triste- pero yo y mi madre te podemos ayudar en todo lo que quieras, pero de todas formas creo que deberíamos volver con el abuelo castor lo antes posible el podría ayudarte a que recuperes la memoria.
-vale... pero ¿por que le llamáis abuelo castor? ¿tiene cara de castor? ¿demasiado pelo por el cuerpo?- solté una carcajada que rompió el silencio y me sentí un poco avergonzada, pero quien llama a su abuelo "abuelo castor"
-no, por que es un castor-dijo sorprendido.
-bueno... si es un castor tan bien tendrá cara castor y mucho pelo ¿no?-suelta una carcajada que me sorprende pero finalmente sonrió- tengo hambre ¿puedo comer algo?
-si, vamos a lo cocina ¿te gustan las tostadas?
-mucho.
-pues vamos a la cocina- me dijo mientras me indicaba que le siguiera, la casa era enorme con un largo pasillo con un montón de puertas que llevaban a habitaciones o a otro pasillo con mas puertas.
-guau, es una casa pequeña ¿ y solo vives con tu madre?
-no, vivo con mi madre y todos mis hermanos y hermanas y sus hijos y parejas.
-¿por que viven aquí?quiero decir ¿por que no cada uno se va a su casa?
-por que a mi madre le gusta tenernos a todos muy cerca- entonces entramos a una cocina enorme donde había cinco centauros dos chicas y tres chicos.
- estos son mi hermano Baruch, mis dos cuñados Benedicto y Ubaldo y por ultimo mi hermana Ada y mi madre Yésica.
-hola- dije por que no sabia que mas podía decir
-hola, encantados de conocete-dice Baruch mirándome de arriba abajo, todos los ojos están posados en mi, menos los de Will...Will
-ya me acuerdo-dije susurrando- ¡YA ME ACUERDO!!! del bosque, de las hadas, del abuelo castor, de Caleb, de ti...- mirando a Will- ¿que hora es?¿cuanto queda para que anochezca? en cantada de conoceros Yésica, Ubaldo,Baruch y Benedicto, yo soy Dalatea.
- pa no saberlo- dice Benedicto.
-¡no se as borde Benedicto!- le regaña Yésica-¿tienes hambre pequeña?
-no, gracias, tengo... tenemos prisa.
-si, vamos a la biblioteca allí encontraremos información .
-vale, te sigo- le digo haciendo le una seña para que vaya el primero. salimos de la enorme casa, salimos a una calle larga y ancha, andamos un rato sin hablar, me da mucha vergüenza por haber perdido la memoria.
-gracias.-le digo por romper este silencio tan incomodo, pero no mejora la situación, mas bien la empeoro.
-¿por que?
-¿como que por que? pues por no haberte enfadado.
-¿por que me iba enfadar?
-¡por que no te recordaba!
-pero tu no tenias la culpa, bueno no tenias la culpa del todo.
-si que tengo la culpa de todo y de todo lo que pueda pasar, pero no me arrepiento de haber venido.
-aun no entiendo el interés por las hadas.
-no se, desde pequeña me han gustado.
-no lo entiendo, pero bueno.. ¿que tal te sientes?¿como as recuperado la memoria así de repente?
-no se, al oír tu nombre me e acordado de todo, no se, sera por que es un nombre que...es familiar... no se
-no sabia que fuéramos de la misma familia-bromeo pero no me hizo gracia, pero a el si y mucha.
-no me hace gracia- le dije muy seria pero solo conseguí que soltara una gran carcajada.-lo digo muy enserio.
-ya te veo.-dijo dejándo de reír.-esta es la biblioteca.

martes, 12 de agosto de 2014

Estrella

este es el cuento que le escribí a mi amiga aletea del blog aletea  por un amigo imaginario hace unos mese y le gusto mucho, ami me regalaron un  búho con miga de pan, estaba muy chulo y me gusto mucho, mucho, mucho, bueno a qui dejo el cuento y espero que os guste.


Era se una vez una conejita muy pequeña, de color negro con una gran mancha blanca en la frente con forma de estrella. Aunque no os lo creáis esta conejita era muy especial porque tenia el maravilloso poder de teletransportar las cosas mas pequeñas como una hormiga hasta las mas grandes como una bola de demolición, pero la historia que voy a contar no tiene nada que ver con este poder.
Un día soleado esta conejita salio de paseo con sus amigas, estuvieron saltando toda la tarde cerca de un gran bosque a donde sus padres les habían prohibido pasar, pero a una de ellas no le gustaba seguir ordenes, era un alma libre, entonces entró. En un principio las demás conejitas no se atrevieron a pasar pero al ver que su amiga no volvía entraron. Ya llevaban un rato andando cuando vieron una letra en un árbol, les recordó a cuando jugaban a huella y nuestra conejita, llamada Estrella en honor de su mancha blanca de la frente, se acercó para verla mas de cerca: era la letra ``D´´ de Disasle, estaba grabada en el tronco y al fijarse mas de cerca se dio cuenta de que ponía: ``No estoy jugando´´. Estrella llamó a las demás: Lancoista, Altara, Pompongrande y Maslargasquetumadre, los dos últimos nombres eran muy frecuentes en los conejos ya que significaban grandeza, pero estaban en la época innovadora así que no era raro encontrarse con nombres tan raros como Lancoista y Altara, bueno que se acercaron a la ``huella´´ y decidieron seguir buscando. Pasaron muchas horas. Cada vez que encontraban una huella ponía indicaciones pero en la séptima no le había dado tiempo a terminar la frase, las conejitas, asustadas, no sabían que hacer pero a Maslargasquetumadre se le ocurrió seguir por el camino.
Al cabo de un largo rato llegaron a un palacio de libros, era un palacio construido con libros pero las conejitas tardaron en darse cuenta, era precioso. Estrella fue la primera en entrar, por dentro era todavía mas bonito, tenia un esplendor asombroso y mas aun si te fijabas, el palacio no tenia ventanas y Estrella se fijó, se lo iba a decir a sus amigas cuando de repente escucharon una risita, asustadas, formaron una piña en medio de la sala y escucharon una voz que les decía:
-No os asustéis conejitas, no os voy a hacer nada.- Hizo una pausa y continuó- Se que algunas de vosotras os lo habéis preguntado, en concreto una y mi deber es contestarte, todos estos libros están colocados por la pagina en la que el Sol brilla mas fuerte y así transmiten luz y calor.
-¿Y cuando quieres dormir?-
-También te habrás fijado que en el tejado del palacio los libros están colocados al revés, eso es para que las anotaciones estén a oscuras.-
-¿Tiene usted a nuestra amiga?- Preguntó Estrella mirando a todos lados porque no sabia de donde provenía la voz.
-Si, la tengo. Pero no os preocupéis, no la haré daño, solo la transformaré en humana para que me haga compañía.- Mientras pronunciaba esas palabras se dejaba mostrar, era una mujer alta y delgada, tenia un vestido largo que arrastraba por el suelo y en sus manos sujetaba a Disasle.
-¡Socorro!¡Ayudadme!- Gritaba esta.
-Le ofrezco un intercambio.- Dijo Estrella dando un salto al frente.
-¿Y que me ofreces a cambio?-
-Yo.- A Estrella se le enredaba la lengua de los nervios- Quiero decir, le cambio a mi amiga por mí.
Hubo una pausa, una pausa realmente larga, entonces la mujer soltó a Disasle y la dejo ir.
-De acuerdo, ven con migo.-
-Un momento.- Dijo Estrella- ¿Le importaría dejarme despedirme de mis padres?
-No nos podemos permitir perder ese tiempo, pero toma, graba aquí lo que les quieras decir para que ellos sepan que estas bien.-
Estrella hizo lo que le dijo la mujer, realmente a Estrella no le importaba convertirse en humana y vivir allí, ese lugar la llamaba, sentía una gran atracción por ese sitio. La mujer hizo un conjuro para que las conejitas volvieran a su casa, cuando se quedaron a solas la mujer empezó a hacer el conjuro para transformarla en humana, cuando termino era una joven alta y delgada con el cabello negro y con una gran mecha blanca, el pelo le llegaba hasta el suelo y le cubría el cuerpo, su cara, blanca como la nieve se tiño de un rojo intenso cuando se dio cuenta de que estaba desnuda y enseguida la mujer le dio un vestido largo y de color azul oscuro a juego con sus ojos. Estrella vivió allí toda su vida, aprendiendo magia, estudiando todos los libros que había en el palacio y poniendo en practica su poder, a Estrella nunca le importo vivir lejos de su familia porque años después de lo ocurrido la mujer le enseño el conjuro de cambiar de especie y ella nunca quiso cambiar porque se sentía una verdadera humana. No mucho después, cuando la mujer falleció le dejo el palacio y antes de morir le entrego un collar que tenia mucho poder, Estrella era la guardiana del palacio y el collar nunca se lo quito hasta su lecho de muerte cuando se lo dio a su heredera y así fue pasando de heredera en heredera.

 espero que os allá gustado.

domingo, 10 de agosto de 2014

algo increíble

para empezar quería decir que no e podido escribir estos últimos meses por que no e tenido Internet entre otras cosas.
hoy escribiré sobre lo que me paso en un campamento  de verano en Cantabria, en la ruta, mientras andaba camino a la playa, no podía mas estaba muy cansada iba sola entre el  grupo de los rápidos que había dejado atrás hacia un rato y el de atrás que sabia que estaban por que... simplemente porque sabia que estaban atrás,  el caso es que íbamos caminando cerca de una flores naranjas preciosas, junto un rió precioso, era un camino precioso, pero como ya e dicho iba muy cansada y lo único que quería era sentarme, así que decidí centrarme en otras cosas... como en las preciosas y delicadas flores naranjas que daban vueltas y vueltas y entonces me fije, me fije en que las flores..."es imposible", pensé, "estoy en la tierra", me dije, "nada es imposible", descubrí una vez mas, las flores giraban sin viento y no todas giraban solo algunas, y me di cuente, me di cuenta de que eso solo podía ser obra de alguien, de unos seres muy pequeñito, de unos dedos que podría matar sin darme cuenta, eran hadas del viento, blancas, tan blancas que parecen transparentes, las vi, me acompañaron durante todo el camino, cogí una de las flores naranjas, no la arranque ni mucho menos, cogí una que me encontré en el suelo y mas tarde de volví a la tierra, fue increíble.

Al día siguiente en la playa nos lo pasamos muy bien, tuvimos bañándonos y jugando con la arena,era una playa pequeñita en forma de "U"te la podrías recorrer de una punta a otra en 10 minutos, las aguas eran claras y frías, pero no demasiado, en frente había una isla que lo único que tenia era un árbol pequeñito y rocas muchas rocas. Llegaron las cinco de la tarde cuando unas amigas y yo decidimos cruzar a la isla por una parte que cubría menos, cuando llegamos lo primero que hicimos... bueno en realidad fue lo segundo, lo segundo que hicimos fue investigar la isla y después de 10  minutos andando por rocas que hacían daño a nuestros pies descalzos nos encontramos una oveja muerta  (que yo quería enterrar pero no me dejaron) al principio pensamos que se habría caído al mar y un temporal la había arrastrado asta hay o que un pájaro enorme la habría dejado allí, pero eso cambio cuando vimos un montón de palos pelados al rededor, la sensación que sentimos es muy fácil de describir en dos palabras: nos cagamos, salimos lo mas rápido que pudimos de allí, intentado nos convencer de las dos primeras opciones de como había llegado la cabra allí y intentando olvidar la tercera que era la de que un psicópata había echo un ritual con esa pobre y inocente oveja ( que habría merecido que la enterráramos). cuando llegamos a la playa se lo dijimos a los de más que salieron corriendo a ver la oveja. Esa noche dormimos cerca de la playa, rápido olvidamos lo que había pasado esa tarde, pero a la mañana siguiente cuando nos disponíamos a empezar el camino hacia el campamento cuando vi otra vez la playa y la isla y me di cuenta que no era la ultima ves que iba a pasar por ahí.